El campo del Espanyol es un hueso

Ni Sarrià, ni Montjuic ni Cornellà Prat. Ninguno de los tres estadios en los que ha jugado el Espanyol le han resultado propicios al Mallorca, que el domingo visita uno de los feudos que más se le resisten, con sólo cuatro victorias en 28 partidos, la última en 2011, la única en las dos últimas décadas del Siglo XXI. En Sarrià además sufrió el Mallorca uno de los episodios más humillantes de su historia cuando en la temporada 86-87 el árbitro onubense Abilio Caetano Bueno le expulsó a cinco jugadores de campo.

El arbitraje esquizofrénico de Caetano Bueno en el Espanyol-Mallorca del play off por el título de Liga de la temporada 86-87 ha pasado a la leyenda negra del mallorquinismo. Empezó su obra de arte expulsando a Higuera a los 27 minutos, luego siguió con Hassan, más tarde cayó Chano y le siguieron Pep Bonet y, por protestar, Orejuela, aunque las tres últimas rojas fueron casi simultáneas. El Mallorca acabó con Belza en la portería y sólo cinco futbolistas sobre el terreno de juego. En la actualidad una situación similar habría provocado la suspensión del partido, pero en aquella época se permitía que un equipo acabara los 90 minutos en tal estado de indefensión.

Aquel fue el Espanyol-Mallorca más frustrante de todos los tiempos, pero en general las visitas mallorquinas a territorio perico nunca han sido agradables. En los veinte últimos años sólo ha ganado un partido y, desde el primero, en 1960, su saldo en Primera División en el campo espanyolista es de 19 derrotas, tres empates y sólo cuatro victorias.

Espanyol y Mallorca bajaron juntos a Segunda hace dos años y en consecuencia la pasada temporada volvieron a encontrarse. Es la última referencia a la que se puede acudir. El partido fue de muy baja calidad y carente de ocasiones de gol. El marcador acabó como empezó, con un empate a cero que sería mañana un marcador muy aceptable para los de LGP. En cambio, el último choque entre ambos en Primera División acabó con triunfo blanquiazul 1-0. Fue la última de las tres victorias consecutivas que lleva el Espanyol ante el Mallorca en su estadio en partidos de Primera División.